La cosa empezó cuando me sobró un corazón cuando hice las Happy Flowers. Mi hija lo vió y dijo... ¿¿qué podemos hacer con ésto?? , pues no me lo pensé! le pedí su caja de abalorios y lo convertí en un colgante que siempre lleva puesto.
Luego, de la noche a la mañana dió un estirón y los pantalones de deporte dejaron de servirle. El problema es que su talla ya es de la sección de mujeres, aunque tiene apenas 9 años, casi está tan grande como yo, y todo lo que puede ponerse tiene un diseño para mujer o para chica joven que a ella no le gusta.

Algo teníamos que hacer, porque prometió no ponerse los pantalones que acababa de comprarle.
Así que me armé con aguja e hilo y pensé que algo se podría adornar. Busqué una de las telas más coloristas que guardo y recorté un par de motivos.
En el pantalón gris, puse una flor, y la adorné con canutillos de madera.

El negro da mucho juego porque destaca mucho cualquier color. Pensé en un corazón como el que le había hecho de broche, y como el que ella tiene.. más grande que ella misma.
No quedó mal del todo.

Y además, le ha encantado. Ha pasado del "no me lo voy a poner", al "no quiero quitármelo"
Misión cumplida!!!!